Región pesquera Estuario

La región pesquera del Estuario incluye la costa y el archipiélago de Marajó, en la desembocadura del río Amazonas. La información de las pesquerías del Estuario proviene de seis ciudades: de la desembocadura del río Amazonas (Macapá), la bahía de Marajó (Abaetetuba, Bélem y Vigia) y de la costa de Pará (Curuçá y São João de Pirabas). La población total en estas ciudades es de aproximadamente 1,9 millones de habitantes y representa alrededor del 26% de la población de las principales regiones pesqueras en la Amazonía.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Barcos de pesca industrial de Belém. Departmento – País: Pará – Brasil Cuenca: Estuario – Estuario Sur del Amazonas Fotógrafo: Michael Goulding

Los puertos de pesca principales en Pará se encuentran en Belém (con 1,3 millones de habitantes), su capital. Los puertos pesqueros de Belém representan aproximadamente tres cuartos del total de la producción potencial del Estuario, casi 47.000 toneladas. El puerto pesquero más importante es Ver-o-Peso, que recibe casi el 28% del pescado desembarcado en Belém; el 72% restante se distribuye entre varios puertos pertenecientes a compañías pesqueras.

Macapá, la capital del estado de Amapá, tiene una población de 400.000 habitantes y es la ciudad más importante en la desembocadura del río Amazonas. Esta ciudad tiene varios puertos pesqueros privados y uno público. Este último recibe pescado capturado en el estuario, en lagos alejados de la costa y en la región pesquera del Bajo Amazonas. El total de producción potencial de Macapá se estima en aproximadamente 5.400 toneladas, lo que equivale al 8% del total de la pesca en el Estuario. Otros puertos pesqueros incluyen Vigia con 40.000 personas y Abaetuba con casi 100.000 personas.

La producción potencial de la región del Estuario se compone de especies de agua dulce y marinas. Las especies de agua dulce se capturan más fácilmente y representan el 77% del potencial del Estuario. Sin embargo, la investigación sobre las pesquerías marinas podría cambiar esta situación en el futuro cercano, si la explotación de otros peces y de algunas especies de crustáceos se tornara económicamente viable.

El desembarque de pescado del Estuario es muy diversificado. Existen por lo menos 100 especies o grupos de especies que se explotan comercialmente, y 21 de ellas son responsables de alrededor del 90% de la producción potencial total. Los bagres de agua dulce y de mar representan el grupo más importante de peces del Estuario, ya que constituyen más de la mitad del pescado potencial regional. Las corvinas, marinas y de agua dulce, son el segundo grupo principal (10%), seguido por el camarón de mar (8%) y los pargos (5%). La manitoa y el camarón de mar, especies intensamente explotadas por las pesquerías industriales, son responsables por alrededor del 40% de la producción potencial del Estuario.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Manitoa (Brachyplatystoma vaillantii). Base de datos de Cornell Lab Ictio. © Cientista Ciudadano anónimo.

Las pesquerías de manitoa han sido las más estudiadas en el Estuario debido a su importancia comercial, así como por ser una de las pocas especies de peces amazónicos bajo evidente régimen de sobreexplotación. El Instituto Brasileiro do Meio Ambiente (IBAMA) monitorea la producción industrial y los esfuerzos pesqueros. Periódicamente un comité se reúne para establecer los límites de manitoa para la pesca industrial. La producción máxima en 1977 fue de 28.000 toneladas, y la mínima registrada en 1992 fue de 6.000 toneladas. Los esfuerzos pesqueros fueron medidos de acuerdo al número de viajes por barco por día.

La mayor pesca de manitoa se registró en 1980; sin embargo, a fines de la década de 1980 la capacidad de captura se incrementó en un tercio al introducirse una nueva técnica de arrastre. Para ello, se utilizaban tres embarcaciones que arrastraban dos redes de arrastre al mismo tiempo. Algunas compañías implementaron otras combinaciones, llegando a un máximo de seis botes y cinco redes de arrastre. En ese momento las plantas de refrigeración también descendieron sus requerimientos en cuento al tamaño de pescado a ser procesado, con la intención de mantener la producción en niveles sostenibles. En la década de 1990 se impusieron limitaciones a las flotas pesqueras industriales, en un intento por mantener volúmenes de pesca sostenible. Las medidas impuestas para limitar la pesca incluyeron la restricción de zonas para la pesca de arrastre, tamaños mínimos de malla del copo de la red de arrastre, un número máximo de botes de pesca, y el establecimiento de vedas. Los stocks poblacionales de manitoa no se han recuperado aún, pero existen restricciones adicionales que todavía no han sido implementadas.

Zonas y Áreas de Pesca

La distribución espacial de la producción pesquera del Estuario está basada en información proveniente de los puertos pesqueros públicos de Belém y de las estadísticas de captura de manitoa de las compañías industriales. La producción potencial de cada una de las áreas pesqueras fue considerada como el desembarque anual máximo por especie desde 1994. Existen áreas de pesca costeras y continentales.

Las áreas de pesca costera están profundamente influenciadas por la estacionalidad de las descargas del río Amazonas y por la fuerza de la corriente Norte de Brasil, las cuales crean cuatro zonas distintas de pesca, con flotas y composición de capturas diferenciadas. La zona de pesca principal en la región pesquera del Estuario es la desembocadura del río Amazonas, donde existe una producción potencial de casi dos tercios del total de las capturas del Estuario. La flota industrial es responsable de la mayor parte de la producción de la desembocadura del Amazonas. La pesca en los sistemas del norte y del río Amazonas, el cual incluye las regiones pesqueras del Bajo Amazonas y Amazonía Central, tienen una producción potencial de 8% cada uno, del total de las capturas del Estuario. Las producciones potenciales de la bahía de Marajó y de la isla de Marajó son del 7% y 5%, respectivamente. Las zonas de agua salada y del Tocantins representan, cada una, aproximadamente el 3% del total de la captura en el Estuario.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Redes agalleras que se embarcan en barcos de pesca en Vigía en el estuario del Amazonas. Fotógrafo: Michael Goulding

El área norte se extiende a lo largo de la costa de Amapá, desde Cabo Norte del sureste de Marajó hasta el Cabo Orange en la frontera entre Brasil y Guyana Francesa. Las embarcaciones arrastreras pescan en aguas más profundas, donde explotan principalmente camarones. En aguas menos profundas, redes agalleras de hasta 10 km de largo son tendidas cerca de la superficie para capturar principalmente especies marinas y peces de estuario. La profundidad a lo largo de la costa es escasa, normalmente menor a los cinco metros, y son frecuentes los oleajes de marea. Las aguas costeras poco profundas y las olas de marea limitan de alguna manera el acceso a la pesca en las costas de Amapá. Cerca del 90% de la producción potencial de la zona pesquera del norte es representada por ocho especies, de las cuales el 64% corresponden a corvinas de agua dulce (corvina amarilla, pescada y corvina) y de agua salada. Solamente la corvina amarilla representa el 40% de la captura. La producción potencial de bagres marinos y de agua dulce (bagre amarillo, dorado y el bagre blanco) en el norte equivale al 22% del total de la pesca; los tiburones y rayas (tiburón toro, tiburón de punta negra, martillo, pez-sierra y rayas) representan el 4%. Otras especies marinas como el tarpón, el salmonete, la lisa marina y el róbalo tienen el resto del porcentaje.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Corvina (Plagioscion squamosissimus)

El área de desembocadura del Amazonas se extiende desde Cabo Norte hasta Cabo Maguary, en el extremo oriental de la isla de Marajó. El área se divide en dos canales amazónicos principales: el norte y el sur, con numerosos bancos de arena de gran tamaño y escasa profundidad. La parte más profunda llega hasta los 20 metros, pero la profundidad promedio es de menos de 10 metros. El flujo de agua dulce mantiene la cuña de sal fuera de la desembocadura del Amazonas. La pesquería está dominada por embarcaciones arrastreras que tienen como objetivo la pesca de la manitoa (Brachyplatystoma vaillantii), un bagre de agua dulce. La producción potencial de esta especie alcanza el 64% del total de la producción de la desembocadura del Amazonas. Otras embarcaciones de pesca que operan en esta zona explotan bagres marinos y de agua dulce (dorado, manitoa, saltón, bagre) y corvinas de agua dulce. La producción de 11 especies representa el 90% de la producción potencial de todas las pesquerías de la zona de desembocadura del Amazonas. En esta zona existe un conflicto entre los pescadores que usan redes agalleras y los de pesca de arrastre, sobre todo cuando los últimos pasan sobre los primeros durante sus operaciones de pesca.

La bahía de Marajó es la zona de pesca más pequeña de la costa del Amazonas. La alta concentración de población a lo largo de esta bahía, incluyendo a Belém, hace de esta zona pesquera un lugar de mucha importancia para las embarcaciones pesqueras pequeñas y medianas. La zona de la bahía de Marajó se extiende desde la desembocadura del río Pará y al oeste, hasta Cabo Maguary y Ponta Tijoca, al este. La profundidad del agua en esta zona es altamente variable debido a la presencia de bancos de arena y fondos rocosos. Las profundidades promedio son, sin embargo, mayores que las registradas en la desembocadura del Amazonas. Los pescadores utilizan generalmente redes agalleras o espineles en uno de los tres canales principales de la bahía de Marajó, o en zonas con fondos rocosos a profundidades entre los 10 y 20 metros. La pesca es dominada por corvinas y bagres, los que representan aproximadamente tres cuartos de la producción total de esta zona. La corvina (21%) y el dorado (19%) tienen una producción potencial similar, seguidos por la corvina amarilla (14%). Doce especies de peces representan el 90% de la producción potencial de la bahía de Marajó.

El área de agua salada llamada Salgado por los pescadores al este de la bahía de Marajó está delimitada por la Ponta Tijoca, al oeste, y las fronteras de los estados de Pará y Maranhão, al este. La zona de Salgado es básicamente un ambiente marino. Durante la temporada lluviosa los ríos locales diluyen el agua del mar, permitiendo que el dorado de agua dulce ingrese a esta zona. Las pesquerías de la zona de Salgado son diversas e incluyen redes de arrastre camaroneras, espineles para pargos, trampas para langostas y redes de deriva para varias especies de peces. Las redes son las más importantes ya que capturan a las principales especies, como las corvinas marinas (pescadilla real y corvina amarilla), lisa marina y caballas. El dorado es la especie de agua dulce más importante capturada en la zona de Salgado y representa solo el 5% de la producción potencial total. Otras seis especies marinas suman por lo menos el 90% de la producción potencial. El pescado es vendido en mercados locales de varias ciudades a lo largo de la costa del Pará, pero existen también plantas de refrigeración que redistribuyen la pesca de Salgado a otras ciudades.

Las producciones de pescado del área de la isla de Marajó se basan principalmente en cuatro especies que, combinadas, representan del 90% de la producción potencial total. El shirui es la especie más importante de Marajó capturada en aguas interiores y representa dos tercios del total de capturas de esta zona. Los desembarques de shirui han descendido en los últimos años, mayormente debido a la sobreexplotación, aunque existe poca información al respecto.

Las producciones estimadas descritas anteriormente no son estables en relación a cada área. La producción de la isla de Marajó decreció en un tercio de 1990 al 2000, y las del río Amazonas se redujeron a la mitad durante el mismo período. Contrariamente, la producción de la zona pesquera del Norte se triplicó, y la de la región de la desembocadura del Amazonas se incrementó en un 50%. Las causas probables de estos cambios están relacionadas con la sobrepesca en la isla de Marajó y a la creciente competencia entre los pescadores locales y comerciales en el río Amazonas.

Galería