Amazonía Central

La región pesquera de la Amazonía Central se extiende a lo largo del río Amazonas desde el río Japurá, al oeste, hasta la desembocadura del río Madeira, al este. Esta región ha sido explotada intensamente a lo largo de la historia, principalmente por flotas pesqueras de Manaus. La pesca potencial total se estima en 51,000 toneladas.

La confluencia del río Japurá con el río Amazonas (Solimões) forma una extensa área inundable, parte de la cual se encuentra hoy bajo protección en la Reserva de Desarrollo Sostenible de Mamirauá. Esta reserva se encuentra en el límite superior del vasto sistema de llanuras inundables que incluye los cursos bajos de los ríos Juruá, Purús, Negro y Madeira. Los ríos Juruá y Purús son los afluentes sureños más grandes del Solimões, y ambos son de aguas turbias. Cerca de la confluencia del río Solimões con el río Negro se encuentra Careiro, una gran isla de llanura inundable.

Existe información disponible sobre las pesquerías de ocho ciudades ubicadas en la región de la Amazonía Central, todas ellas pertenecientes al estado de Amazonas, en Brasil. Con más de dos millones de habitantes, la Amazonía Central es la región pesquera más poblada de la cuenca amazónica. Manaus, la ciudad principal, alberga a 1,4 millones de habitantes. Las embarcaciones que zarpan de Manaus y otras ciudades vecinas representan aproximadamente el 68% de una pesca total de 32,000 toneladas extraídas de la Amazonía Central. Los pescadores de Manaus son considerados los más experimentados de esta región, ellos confían en las redes agalleras para la pesca en ambientes inundables, y redes de cerco para los canales ribereños. El rango geográfico de los pescadores de Manaus, define claramente las pesquerías de la región de la Amazonía Central.

Iranduba es una pequeña ciudad de casi 32,000 habitantes en el río Amazonas (Solimões). A pesar de su escasa población, ha sido el puerto pesquero más importante de la región y representa casi el 11% del total potencial pesquero en la Amazonía Central. La importancia desproporcionada del puerto de Iranduba se debe a la presencia de una gran compañía de refrigeración, que ha comprado y procesado grandes cantidades de pescado, en especial de bagres, para mercados nacionales e internacionales.

Las ciudades de Parintins y Manacapuru, con 90.000 y 73,000 habitantes, respectivamente, son la segunda y tercera ciudades más grandes del estado de Amazonas. Ambas tienen puertos pesqueros públicos que reciben casi el 6% y 5% de la pesca total de la región. Parintins se ubica en la confluencia del río Amazonas y el río Madeira, mientras que Manacapuru se ubica a orillas del bajo Amazonas ( Solimões). Itacoatiara, Tefé, Coarí y Alavarães son ciudades más pequeñas, con poblaciones de entre 12,000 y 72,000 habitantes, e individualmente representan solamente del 2 al 5% de la pesca total de la Amazonía Central.

Los estimados de la producción se basan en los desembarques realizados en el mercado público de Manaus. Seis áreas pesqueras son consideradas en estos estimados: Solimões- Japurá, el alto Solimões, el río Amazonas-bajo Purús, el bajo Juruá; el bajo Madeira y el bajo Rio Negro. La importancia relativa de estas áreas pesqueras cambió para los periodos 1976-1978 y 1994-1996, ambos períodos ampliamente investigados. Las áreas pesqueras más importantes de la Amazonía Central han sido las del río Solimões, Japurá y el bajo Purús. Estas dos áreas representan más de la mitad de la pesca total de la Amazonía Central.

En la década de 1970, las áreas pesqueras del río Amazonas, bajo Juruá, bajo Madeira y bajo Rio Negro produjeron aproximadamente un quinto del total de la pesca de la Amazonía Central; este porcentaje se elevó a un tercio en la década de 1990. Al mismo tiempo, la producción de otras áreas pesqueras decrecía del 26% al 7% del total. Este cambio fue un claro indicador de que las flotas pesqueras de Manaus habían escogido como nuevo objetivo la zona Solimões-Japurá y la zona del bajo Purús.

Más del 90% del total de la pesca de la Amazonía Central se compone de especies migratorias. Los characidos representan el 90% del total de pesca migratoria, mientras que los bagres el otro 10%. El yaraquí, la gamitana y el bocachico son los peces de consumo más importantes de la Amazonía Central, y representan más de la mitad de la pesca total. La mayor parte del yaraquí es capturado en el río Negro con redes de cerco, cuando los cardúmenes de gran tamaño migran río abajo para reproducirse o dispersarse. La gamitana de gran tamaño es en la actualidad el pez más preciado del mercado de Manaus en términos de precio por kilo. Se le captura con redes en bosques inundados, o con arrastreras en los canales fluviales, cuando se encuentran migrando. Sin embargo, la mayoría de gamitana en la actualidad consiste de peces jóvenes de menos de 60 cm de largo; asimismo, los ejemplares grandes se capturan a cientos de kilómetros de Manaus, ya que los peces adultos han sido mermados en las cercanías. Las gamitanas grandes se envían a Manaus en barcos de pasajeros equipados con hielo para venderse directamente a restaurantes.

El bocachico es la especie más importante explotada en la cuenca amazónica; sin embargo, no lo es de la Amazonía Central, donde se le captura mayormente en los canales fluviales y llanuras inundables de ríos aguas turbias. Otras especies migratorias de importancia son la palometa, sábalo, lisa, sardina y paco.

La composición de las capturas en la zona pesquera de la Amazonía Central se estimó utilizando la información de los mercados en la década de 1970. Durante este periodo, la zona pesquera entre el río Solimões y el río Japurá fue la principal, con varias especies intensamente explotadas, especialmente el yahurachi. Algunas otras especies fueron más intensamente capturadas en la Amazonía Central que en ninguna otra área. Por ejemplo, el sábalo y el yaraquí fueron capturados principalmente en el río Negro, mientras las gamitanas de gran tamaño y el paco fueron extraídos del río Juruá.

La pesca de la zona entre el río Solimões y el Japurá se basó mayormente en ocho especies; de ellas, la gamitana, yaraquí y bocachico representaron tres cuartos de la pesca total. Las zonas pesqueras del Bajo Purús y el Bajo Juruá tuvieron como objetivo la gamitana, especie que por sí solo representaba entre tres cuartos y cuatro quintos de la pesca total. El río Juruá fue la única área en que el paco tuvo una mayor importancia.

El yaraquí fue la especie principal en las zonas pesqueras del río Amazonas y el Bajo Negro, principalmente a causa de los pescadores de Manaus, quienes se han especializado en la captura de cardúmenes migratorios de estas especies. La pesca fue más diversificada en el área pesquera del río Amazonas: nueve especies representaron más del 90% de la pesca total, aun cuando el yaraquí y el sábalo representaron más de la mitad de dicho número. Las pesquerías del Bajo Negro se especializaron en yaraquí, especie que representó cuatro quintos de la pesca total. El yaraquí y el sábalo representaron el 90% de la pesca total del Bajo Negro. En la zona pesquera del Bajo Madeira, siete especies representaron el 90% de la pesca total; de ellas, el bocachico y el yaraquí ocuparon más de la mitad de la producción total.

La importancia relativa de las especies capturadas en las pesquerías de la Amazonía Central ha cambiado en las últimas tres décadas. La gamitana fue la especie más importante en el mercado de Manaus a fines de la década de 1970, cuando la pesca llegaba a 13,000 toneladas; para el año 1982, esta cantidad decreció hasta llegar a las 2,000 toneladas. Desde 1993 se han realizado intentos por contrarrestar la sobrepesca de la gamitana imponiendo restricciones en ciertas áreas y por temporadas. Sin embargo, dichas restricciones no han sido respetadas por los pescadores, ni reforzadas por las autoridades. El alto valor de la gamitana es ahora una consecuencia directa de las mermadas reservas de la especie.

El yaraquí fue reemplazado por la gamitana como la especie más importante en la década de 1980. La pesca máxima registrada de yaraquí en la Amazonía Central fue de 13,000 toneladas entre los años 1984 y 1985; para entonces, ya se pensaba que esta especie había sido sobreexplotada. Ejemplares jóvenes de yaraquí fueron capturados mayormente durante las migraciones de dispersión. Los pescadores cuentan con redes modificadas para que los pescados más jóvenes puedan escapar con vida. Este nuevo tipo de red es llamada escolhedeira. Esta técnica puede haber sido la responsable de la creciente pesca de peces adultos en años recientes. La captura de bocachico varió de 1,500 a 4,700 toneladas, y tuvo su límite máximo de explotación a fines de la década de 1990.