El río Ucayali es usualmente considerado como el principal tributario de la cuenca alta del río Amazonas. La longitud de su recorrido es considerada también como parte de la longitud del río Amazonas. El Ucayali tiene aproximadamente 2.700 km de largo, y es el quinto afluente más largo del Amazonas en la cuenca alta. Sus cabeceras se localizan aproximadamente entre 6.400–6.800 km de la desembocadura del río Amazonas. Con aproximadamente 337.500 km2, la cuenca del Ucayali es relativamente pequeña, en términos de área, con relación a las cuencas de los otros grandes tributarios de la Cuenca Amazónica.
Todo el curso del río Ucayali se encuentra en Perú y su cuenca de drenaje la comparten 11 departamentos. Más del 90 % del área de la cuenca se encuentra en los extensos departamentos de Loreto, Ucayali y Cusco. El Ucayali fluye en dirección norte y en su recorrido tiene a los altos Andes en su lado oeste y a las bajas colinas amazónicas en su lado este. Esta región colinosa oriental es demasiado baja como para interrumpir el flujo de aire cargado de humedad que proviene del este, lo que genera una gran cantidad de precipitación en la zona de entre 2.000-3.000 mm anuales a elevaciones menores a 500 msnm. El bosque tropical ocupa la mayor parte de la cuenca del Ucayali, hasta aproximadamente los 1.000 msnm, en donde el bosque tropical montano empieza a aparecer. El bosque montano y el bosque de nubes son comunes en las laderas orientales hasta la región al sur de la cuenca, en donde confluyen los ríos Urubamba y Vilcanota, a unos 300 km al sur de Cusco.
El Ucayali tiene un curso meándrico, sobre un amplio valle que generalmente se encuentra bajo los 300 msnm. Los dos principales tributarios del Ucayali son el río Urubamba y el Tambo-Ene-Apurímac, cuyas cabeceras se encuentran por encima de los 5.000 msnm. Tres espectaculares cordilleras – la Cordillera Azul, la Cordillera Vilcabamba y la Cordillera Vilcanota — se encuentran en la cuenca del Ucayali. La Cordillera Azul se encuentra en la cuenca baja, al oeste de Pucallpa. La Cordillera Vilcabamba y la Cordillera Vilcanota se encuentran en la cuenca alta, cerca de Cusco.
Las condiciones climáticas en la cuenca del Ucayali varían, desde las áridas tierras altas hasta las muy húmedas tierras bajas. En la cuenca del Vilcanota, cerca de Cusco, a 3.000 msnm, el promedio de precipitación anual es de 550 mm. En las tierras bajas, el promedio anual es de aproximadamente 2.200 mm en Pucallpa (300 msnm). Algunas zonas montañosas expuestas a la humedad de los vientos orientales o del sur pueden recibir más de 5.000 mm de precipitación anual. Lamentablemente, hay muy pocos datos disponibles que permitan conocer la fluctuación anual del nivel de las aguas en la cuenca, pero ésta sería de aproximadamente 8 m en las tierras bajas. La temporada de inundaciones en la cuenca del Ucayali ocurre entre diciembre y mayo, y los niveles más altos del nivel de agua del río, cerca de Pucallpa, suelen ocurrir en marzo. Los tributarios de la cuenca alta tienen una variación muy alta de su nivel de agua durante el año, debido a la estrechez de los valles que conforman.
El Ucayali tiene una amplia llanura de inundación en donde se ubican, salpicados y dispersos, miles de pequeños cuerpos de agua. El río y su llanura de inundación forman una muy inestable red de terrazas bajas, canales secundarios, bancos y playas de arena y barro, pantanos, lagos e islas. Los “lagos de herradura” tienen usualmente menos de 0,5 km de ancho, pero algunos puedes alcanzar los 20 km de largo. Durante el período de estiaje, suelen aparecer amplias playas que pueden llegar a ser inclusive más anchas que el propio canal principal del río Ucayali. Aunque el río Ucayali es inestable, generalmente sus llanuras de inundación duran lo suficiente para que los bosques sean la vegetación dominante en las zonas que no están sujetas a inundación permanente. En cambio, en las áreas de inundación permanente, aunque superficial, se forman los pantanos de palmeras de buriti o aguaje (Mauritia flexuosa), denominados localmente como «aguajales», que son los que dominan el paisaje de esta zona. Asimismo, pueden formarse extensos colchones de vegetación herbácea que flota sobre cuerpos de agua ricos en nutrientes, en las llanuras inundadas por el río Ucayali.
Áreas protegidas
Existen algunas pocas áreas protegidas funcionales en la cuenca del Ucayali. Con la excepción de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, que se encuentra principalmente en la cuenca del río Marañón, pero que abarca la desembocadura del Ucayali, las áreas naturales protegidas de la cuenca del Ucayali están confinadas a la zona de cordillera.
Una de ellas es el Parque Nacional Cordillera Azul, ubicada en un área montañosa de laderas rocosas escarpadas, valles bajos, y lagos y lagunas ubicadas a gran altitud. La Cordillera Azul se encuentra al oeste de Pucallpa y separa las cuencas de los ríos Ucayali y Huallaga.
Otra área protegida importante en la cuenca es el Parque Nacional Otishi, en el que habita muy poca y dispersa población y que busca proteger la zona del río Tambo-Ene-Apurímac, uno de los dos afluentes principales del río Ucayali.
Usos e impactos
Las actividades humanas, más que cualquier otro proceso en los últimos 1.000 años, han dado forma al paisaje de la cuenca alta del Ucayali. La cuenca alta se encuentra dentro de los departamentos peruanos de Cusco y Apurímac, los mismos departamentos donde se encuentran las ruinas incas más visitadas. Se presta poca atención a la conservación de los paisajes naturales en los valles Vilcanota y Apurímac, porque la mayoría de los esfuerzos se han dirigido hacia la preservación de las sorprendentes obras construidas por los incas.
La zona más famosa de la cabecera del Ucayali es el Valle Sagrado de los Incas, ubicada en el río Vilcanota, cerca del Cusco. La mayor parte de la cuenca del Vilcanota se encuentra aproximadamente a 3,000 msnm. Desde las ruinas incas de Ollantaytambo se puede observar el río Vilcanota, y las ruinas más conocidas, las de Machu Picchu, se encuentran a pocos kilómetros del curso principal de este río. Los incas cultivaron intensamente el Valle Sagrado, y pastaban sus animales sobre la llanura aluvial y las laderas de las montañas que dan al río. También construyeron canales que desviaban el agua del río y sus afluentes. Los arqueólogos han encontrado al menos 23 km de canales dentro de la cuenca. Los canales se construyeron para aumentar la cantidad de tierra disponible en las llanuras aluviales y para controlar las inundaciones y la erosión.
Actualmente el gobierno peruano identificó la deforestación de las laderas de montañas que no tienen terrazas o andenes como un serio problema, lo que llevó a plantear muchos proyectos de reforestación, aunque las especies más plantadas en los procesos de reforestación son el pino y el eucalipto, que no son nativas pero que suelen proveer a los pobladores madera y leña. La contaminación local de los arroyos cercanos a los centros urbanos también fue reconocida como un problema grave. El río Huatanay, a lo largo del cual la ciudad de Cusco se encuentra, descarga una gran cantidad de contaminantes en el Vilcanota, aunque vienen realizándose esfuerzos para cambiar esta situación. El Huatanay desemboca en el Vilcanota al comienzo del Valle Sagrado.
En la cuenca del Ucayali existe una escasa red de caminos. La mayor parte de ésta está alrededor del Cusco. La línea férrea Cusco-Quillabamba, que empezó a ser utilizada en la década de 1950, ha sido reemplazada por un camino sin asfaltar que cruza la alta cordillera. El camino ahora se extiende hasta la cuenca del Urubamba y se encuentra a 20 kilómetros del Pongo de Mainique, un paso estrecho y encañonado del río Vilcanota. Los colonos de los Andes han utilizado el camino para expandirse ampliamente en la cuenca del Urubamba, como se le llama a la cuenca alta del río, y la cuenca del Vilcanota, como se le empieza a llamar en el tramo medio y bajo del río. Este valle se ha convertido en una zona agrícola importante, en donde se produce té, cítricos, hoja de coca, café y plátano, entre otros cultivos. En las próximas décadas, una gran parte de las áreas ubicadas entre los 800 y 1,500 msnm estarán, probablemente, ampliamente deforestadas.
La carretera Lima-Pucallpa es el camino principal para acceder a la cuenca media del Ucayali. Aunque la carretera ha existido desde la década de 1940, Pucallpa recién empezó a crecer rápidamente hacia mediados de la década de 1980. La deforestación cerca de Pucallpa, tanto de las tierras altas como en las zonas de valle y las llanuras de inundación, es bastante extensa. Las tierras altas han sido deforestadas principalmente para la cría de ganado vacuno, mientras que los bosques de las llanuras de inundación han sido talados para producir una amplia variedad de cultivos. La reciente expansión de las granjas de arroz también ha incrementado la deforestación en la llanura de inundación. Los bosques de las montañas y los bosques inundables también se están talando extensivamente para producir madera comercial.
La actividad minera está generalizada en la cuenca del Ucayali, especialmente en las regiones más altas, como en la cuenca del Mantaro, donde se encuentran las zonas mineras más famosas y desprestigiadas, dado los altos niveles de contaminación que producen, principalmente de metales pesados y otros elementos peligrosos. En la cuenca del Mantaro también se encuentra el Complejo Hidroeléctrico del Mantaro, que es la principal fuente de energía hidroeléctrica de Perú. Numerosos proyectos de represas han sido propuestos en varios de los afluentes del río Ucayali, pero las protestas de los grupos indígenas y ambientalistas y la falta de financiamiento los han dejado suspendidos momentáneamente.