Lagos de la Amazonía: desde lo alto de los Andes hasta las planicies inundables
En la Cuenca Amazónica se encuentran pocos lagos de gran extensión rodeados completamente por tierras no inundables. Sin embargo, algunas secciones de los ríos con muy poca velocidad de flujo pueden cumplir estas funciones. Existen básicamente dos tipos de lagos en la Cuenca Amazónica, clasificados en función a la elevación a la que se encuentran.
Lagos altoandinos
Los primeros son los lagos altoandinos, que se ubican usualmente en áreas por encima de los 3,500 metros sobre el nivel del mar. El lago más grande en los Andes es el Titicaca, pero no forma parte de la Cuenca Amazónica. Por lo tanto, el lago más grande de la Cuenca Amazónica es el lago Junín, ubicado en la parte central del Perú, en la cuenca alta del río Ucayali. Adicionalmente, a lo largo de toda la Cuenca alta existen cientos de pequeños lagos andinos, usualmente denominados lagunas, que son alimentados, al menos en parte, por glaciares.
Lagos de las planicies inundables
Los cuerpos de agua abiertos que salpican las planicies inundables de la Amazonía representan el segundo tipo de lago, y sólo están presentes en la parte baja de la Cuenca. Este tipo de lago a su vez se puede ser de varios tipos. En los ríos meándricos, como el Ucayali, el Purús y el Juruá, cuando los procesos erosivos del río eliminan todos los sedimentos de un meandro, el río forma un nuevo canal, más recto, por donde discurre el agua, y abandona el meandro, que por los mismos procesos de erosión y sedimentación, queda aislado del canal principal. Este meandro abandonado se denomina como “lago de herradura” por su forma tras la separación del curso principal, o “madrevieja”, haciendo referencia a que antes era parte del canal principal del río.
Por otro lado, aunque el río Amazonas no es muy meándrico, su planicie inundable no es homogénea y tiene numerosas depresiones en las que se forman lagos, ya que durante las inundaciones se llenan de agua que permanece aún durante el período de aguas bajas, siendo la profundidad la que evita que sean colonizadas por los bosques. Un ejemplo muy claro de este tipo de proceso ocurre en la Cuenca baja, cerca de Santarém, en donde se encuentran los mayores lagos de la Amazonía, alcanzando áreas mayores a los 50 km2 aún durante el período de aguas bajas. Este mismo proceso se da en la sabana, en donde los lagos más grandes, al este de Bolivia, son el lago Rogaguado y el lago Ginebra, en los Llanos de Mojos.
Los lagos estacionales, una categoría reconocida por la Convención Ramsar, también se forman en la Cuenca Amazónica. Estos lagos pueden encontrarse en planicies inundables, sabanas, y en algunas zonas más secas altoandinas.