Tocantins

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

 

La región pesquera del Tocantins se extiende desde la represa de Tucuruí, 350 km río arriba, hasta la desembocadura del río Tocantins.

Las pesquerías de esta región cambiaron radicalmente después de la construcción de la represa, en 1986. Hacia finales de la década de 1980, la mayor parte de la productividad pesquera se daba en el tramo aguas abajo de los primeros y mayores rápidos, el sitio donde se construyó la represa. Dicha represa hidroeléctrica creó un enorme lago que resultó en un incremento de la productividad acuática. Los pescadores del reservorio migraron desde varias partes de Brasil, para tomar ventaja de la nueva pesquería en el reservorio de Tucuruí. A pesar de que la producción de pescado se incrementó exponencialmente en el gran reservorio, aguas abajo de la represa se dio un declive en la pesca, una vez que el flujo natural del río fue modificado.

Existe data proveniente de pesquerías de nueve ciudades ubicadas a lo largo del río Tocantins. La ciudad ubicada en la parte más alta del río es Marabá, en la confluencia del Tocantins y el Itacaiunas. Marabá se considera también el límite de los pescadores que explotan el reservorio de Tucuruí. Todos los puertos pesqueros más importantes del río Tocantins se ubican en el estado de Pará, con cinco aguas abajo de la represa y cuatro aguas abajo de la misma. Aproximadamente 500,000 personas viven en esta región de pesquerías con una producción potencial máxima de 11,300 toneladas.

La ciudad más grande de la región pesquera de Tocantins es Marabá, que cuenta con una población de 170,000 habitantes. La pesca producida en esta ciudad constituye sólo el 7% del total de la pesca del Tocantins. Cametá, con 100,000 personas, es la segunda ciudad más grande de la región y representa el 19% de la pesca total potencial. Las pesquerías de Cametá están basadas sobre todo en mapará, siendo también explotados los peces de menor tamaño de esta misma especie. La estación hidroeléctrica se ubica en Tucuruí, la ciudad de mayor importancia económica en la región. La ciudad de Tucuruí, con 700,000 personas, representa el 35% de la pesca total potencial. Jacundá e Itupiranga son dos ciudades de mediano tamaño con menos de 50.000 habitantes, aunque cuentan con grandes flotas pesqueras. Solamente Jacundá representa el 23% del total potencial de pesquerías en la región del Tocantins.

Las flotas pesqueras consisten en su mayoría, de grandes canoas motorizadas que cargan cajas de poliestireno llenas de hielo. Aguas abajo de la represa también hay embarcaciones que cargan hasta 10 toneladas de hielo. El pescado capturado en la región del Tocantins se vende localmente y es exportado a ciudades vecinas. Las capturas en el reservorio de la represa superan en siete veces a las de río abajo del represamiento. Las redes son el equipo de pesca más importante utilizado en la represa del reservorio. En el curso bajo del río Tocantins, el equipo de pesca es más diverso y además de las redes se utilizan redes de cerco, trampas y cuerda con anzuelos.

La producción pesquera en el reservorio y en el estrecho del río aguas abajo se ha incrementado en los últimos años. La producción de la sección baja casi se duplicó entre los años 2000 y 2003, pasando de 650 a 1,100 toneladas por año. En el reservorio la pesca aumentó de 4,000 a 7,000 toneladas por año. Aparentemente, las poblaciones de peces en el curso bajo del río se han recuperado desde el declive que sufrieran inmediatamente después que la represa fuera cerrada a fines de los ochentas, mientras se intensifican los esfuerzos pesqueros en el reservorio, lo cual se refleja en un incremento de la pesca.

A pesar de que muchas especies distintas de peces son capturadas en la región del Tocantins, 12 especies representan el 90% de la pesca total. Las especies de maparate y corvina representan el 50% de las capturas. Las pesquerías de tucunaré (Cichla spp.) se volvieron importantes poco después de que se creara el reservorio. Se piensa que el enriquecimiento de nutrientes de la vegetación en descomposición y los aportes provenientes de aguas arriba contribuyeron a incrementar la producción de los peces pequeños que, a su vez, eran alimento para el tucunaré. Después de que los nutrientes comenzaran a disminuir, las poblaciones de tucunaré también decrecieron gracias a la menor cantidad de presas. Las migraciones de bocachico se paralizaron cuando la represa se cerró, y las pesquerías de esta especie casi desaparecieron. Hoy en día, parece que el bocachico puede haberse readaptado a la parte más baja del río, ya que ahora existen algunas pesquerías nuevas de esta especie. La pesca de maparate continúa creciendo en el reservorio, llegando a las 3,500 toneladas por año recientemente. Sin embargo, aguas abajo no han sido registradas más de 200 toneladas por año.