Llanura inundable o várzea

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Las llanuras inundables a lo largo del río Amazonas, incluyendo las del río Ucayali, se extienden a lo largo de 4,800 km desde el Atlántico hasta el sur de Pucallpa, en el Perú. Muchos de los afluentes más grandes del río Amazonas, como el Purús y el Juruá, tienen también inmensas llanuras inundables. Cerca de la desembocadura del Amazonas, las llanuras inundables pueden alcanzar los 200 km de ancho. En general, hay un descenso del ancho de estas formaciones en dirección este a oeste, siendo la principal excepción la confluencia de los ríos Ucayali y Marañón, en el Perú, donde las llanuras inundables pueden alcanzar hasta 80 km de ancho en ciertas zonas. El área susceptible a ser inundada a lo largo del río Amazonas es de aproximadamente 78,000 km², además de 62,000 km² adicionales de llanuras inundables a lo largo de las secciones más bajas de los ríos Madeira, Purús, Juruá y Negro. Las islas de río representan un pequeño porcentaje del total de llanuras inundables del río Amazonas y de sus afluentes principales de aguas blancas. Sin embargo, el estuario tiene muchas islas. Los cambios estacionales de los niveles del río causan grandes variaciones en las zonas inundadas. Por ejemplo, excluyendo a los canales, el área total inundada del río Amazonas varía desde los 10,000 km² hasta los 81,000 km².

Los ambientes de la llanura inundable contienen los hábitats de peces más importantes de la cuenca amazónica. Estas formaciones son un mosaico de hábitat que incluyen lagos, cauces secos de lagos, depresiones pantanosas, arena o marismas y en algunas zonas pendientes ligeramente inclinadas. Dependiendo de la elevación exacta, los hábitats varían desde permanentemente acuáticos a casi permanentemente terrestres. Dos tipos principales de vegetación es encontrada en las llanuras inundables: los bosques y las islas flotantes. Las plantas herbáceas que forman las islas flotantes son más abundantes en los ríos de aguas blancas por su mayor cantidad de nutrientes. Dicha vegetación tiene ciclos de vida de corta duración y pueden ser altamente productivas. Los bosques susceptibles a inundarse se encuentran en las llanuras inundables de todo tipo de ríos. Aquellos de ríos de aguas blancas, son llamados bosques tipo várzea y los de aguas negras, bosques tipo igapó. A diferencia de las plantas flotantes o macrófitas acuáticas, los bosques tienen una menor productividad primaria pero una mayor biomasa en pie. En áreas donde no hay mayor deforestación, los bosques cubren aproximadamente un tercio de las llanuras inundables.

Las llanuras inundables pueden anegarse por un desborde del río, lluvias locales o a causa de las mareas. La mayor parte de las llanuras inundables de la Amazonía se inundan por la primera razón, por ello se les conoce como llanuras estacionalmente inundables. Solamente en la zona de cabeceras y a lo largo de los arroyos de los bosques, las inundaciones son controladas por las lluvias locales. Por otro lado, las inundaciones en los estuarios son dominadas por las mareas. Las épocas y profundidades de las inundaciones varían a lo largo del río Amazonas. Fuera del estuario, la inundación es monomodal, con distintos periodos húmedos y secos. En el Bajo Amazonas la curva de inundaciones tiene una distribución simétrica, con casi una igualdad en el número de días en los que el río se eleva y cae. Las fluctuaciones de los niveles del bajo río Amazonas varían de 4.0 a 7.5 metros. La curva de inundación del Amazonas central tiene una distribución asimétrica, con un gran número de días con el río elevado en comparación a los días que este cae. En la Amazonía central, las fluctuaciones del nivel del río varían entre los 9 y 14 metros. Hacia el oeste, en la frontera entre Brasil, Colombia y Perú, la curva de inundación es aún más irregular y las fluctuaciones de niveles varían entre 8 y 10 metros. Los niveles de las inundaciones pueden variar considerablemente, aunque generalmente esto no sucede. Hay años extremos en los que las inundaciones son mínimas y otros en los que pueden ser enormes. Por ejemplo, el promedio de la fluctuación del nivel del río en Manaus es de 9,5 metros, a pesar de que hay años en los que ha llegado a 14 metros.

Los tres hábitats más importantes que han sido explotados son las aguas abiertas de los lagos, las macrófitas acuáticas y los bosques inundables. La pesca en los lagos ocurre todos los meses, pero la presión se incrementa o disminuye de acuerdo a las dimensiones del lago. Los peces son comúnmente capturados mientras se mueven entre los canales de río y los lagos de la llanura inundable. La pesca en las macrófitas acuáticas y en los bosques inundables ocurre por lo general durante los seis meses de aguas altas. Los lagos de llanuras inundables más grandes se encuentran entre la desembocadura del río Madeira y Santarém. En el bajo río Amazonas, los lagos más grandes son el lago Grande, en Monte Alegre, y el lago Vila Franca. Las macrófitas acuáticas son importantes para la vida de los peces ya que les proveen de protección ante los depredadores, aunque todavía existe un debate en cuanto a su importancia en la cadena alimenticia de los peces.

Algunos peces se alimentan directamente de plantas herbáceas y otro gran número se alimenta de detrito, entre ellos muchas de las especies más importantes para las pesquerías comerciales que se alimentan, en gran medida, de las macrófitas acuáticas en descomposición que se acumulan en el fondo. La pesca en las macrófitas acuáticas es difícil, ya que dichas comunidades de plantas herbáceas juegan un rol indirecto en la protección de peces, y dificultan su explotación por parte de los pescadores. Dependiendo de la ubicación exacta, los bosques inundables pueden alcanzar hasta 8 metros de agua de profundidad durante 4 a 9 meses cada año. La mayoría de estos bosques en la Amazonía central se inundan con volúmenes de agua entre 2 y 5 metros. Aquí existen muchos peces que se alimentan de frutas y semillas que caen de los árboles inundados.

También hay muchos peces que dependen de los bosques tipo várzea y tipo igapó, y que se alimentan de insectos y arañas. A pesar de que existe poca información al respecto, aparentemente, muchos peces ingresan a los bosques inundados durante las épocas de mareas altas para protegerse, alimentarse y reproducirse. El bosque inundable es probablemente más importante que las comunidades de macrófitas acuáticas en términos de protección de los peces de la sobreexplotación de los pescadores.

Las técnicas de pesca de várzea son diversas gracias a los niveles de agua cambiantes y a la alta diversidad de especies. Las macrófitas flotantes y árboles sumergidos algunas veces evitan el uso de redes de arrastre. Las redes agalleras son los aparejos más importantes y son utilizados para pescar más de 50 especies de peces comerciales. Una de las pesquerías más tradicionales era la del paiche (Arapaima gigas), el cual era pescado sobre todo con arpones o fisgas. Hoy en día, la mayor parte de la pesca se hace con redes agalleras o por lo menos estas son usadas para acorralar a los peces más grandes antes de ser arponeados.

Las atarrayas, el anzuelo, la línea y los trinches son también equipos comunes utilizados en pesquerías de las llanuras inundables. Las atarrayas son más efectivas durante las épocas de estiaje, cuando la profundidad de las aguas es menor a tres metros. En los bosques inundados las redes agalleras constituyen el equipo principal usado para capturar peces que se encuentran debajo de árboles con frutos, aunque la caña con anzuelos que llevan frutos o semillas como carnada es también bastante usada.

Las redes de arrastre son utilizadas en aguas abiertas de muchos lagos de la llanura inundable para la captura de cardúmenes de characidos migratorios que se refugian debajo o cerca de las macrófitas. Muchas otras especies son también capturadas y aquellas con menor valor comercial son llamadas por los pescadores brasileños saladas. Las pesquerías de maparate son importantes en los grandes lagos de várzea cercanos a Santarém. Las tripulaciones de pesca consisten de 7 a 12 pescadores, además de una gran embarcación cargada con hielo y varias canoas. Las redes agalleras, llamadas miqueiras, las cuales miden 60 metros y tienen de 8 a 9 mm de coco o malla, se unen para formar una red más larga. La pesca es vendida en mercados públicos o en plantas de refrigeración del estuario en el bajo río Tocantins.