La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y el Instituto Mamirauá dieron inicio a una colaboración para fortalecer el monitoreo integral de los ecosistemas acuáticos amazónicos, una herramienta que combina dimensiones socio-ambientales, físico-químicas, hidrológicas y ecológicas. Este enfoque permite evaluar no solo la calidad del agua, sino también la vida que sostiene y la relación de las comunidades con estos sistemas.

Equipo de la USFQ, el Instituto Mamirauá y WCS en la estación Tiputini en la Amazonía ecuatoriana. Fotografía: © Alianza Aguas Amazónicas
“Se trata de un esfuerzo colaborativo donde participan científicos y comunidades locales —pueblos indígenas de distintas etnias y poblaciones mestizas asentadas a lo largo de los ríos—. Este tipo de monitoreo nos permite generar datos valiosos que ayudan a las comunidades a tomar decisiones frente a sequías, inundaciones o variaciones en la producción de peces, que son una fuente esencial de alimento en la región”, explica Andrea Encalada, vicerrectora de la USFQ.
El trabajo se desarrolla en sitios piloto que funcionan como laboratorios de prueba y aprendizaje: el Lago Tefé, en la región del Medio Solimões (Brasil), y en el río Tiputini, en la cuenca del Napo (Ecuador). Tiputini, influenciado por los Andes, ofrece información clave sobre cómo los aportes andinos —sedimentos, nutrientes y aguas— influyen en la dinámica de la Amazonía baja.
Ayan Santos, investigador del Instituto Mamiharua explica que el lago Tefé representa los ecosistemas acuáticos de la Amazonía Central, con su relación directa con las llanuras de inundación de esta región.
Entre los primeros avances del proyecto destacan la definición de estrategias para el monitoreo participativo que resultarán en protocolos de muestreo a largo plazo, el desarrollo de un marco conceptual de integridad socio-ecológica con énfasis en la conectividad acuática, y la incorporación de nuevos socios a la red de colaboración. Todo esto se enmarca en la integración de información geoespacial, variables clave, experiencias de ciencia ciudadana y aportes de expertos para orientar el monitoreo sostenible de los ecosistemas de agua dulce en la Cuenca Amazónica
“La importancia de contar con un monitoreo integral de los ecosistemas acuáticos amazónicos radica en que estos sistemas son esenciales para la vida, tanto por su riqueza ecológica como por los servicios que prestan a millones de personas. Sin embargo, la región carece de datos continuos y a largo plazo que permitan entender cómo cambian los ríos, lagos y humedales frente a presiones ambientales, sociales y climáticas”, comentó Andrea Encalada, a la vez que añadió que el objetivo no es que Tiputini sea el único sitio andino-amazónico estudiado, sino el primero de una red más amplia.

Investigadores de la USFQ y el Instituto Mamirauá en la visita a Tefé, Brasil. Fotografía: © USFQ
El valor de este esfuerzo está en contar con más sitios pilotos y avanzar hacia sistemas centinela, estaciones de monitoreo que alerten sobre cambios críticos en los ecosistemas acuáticos amazónicos. Con datos sólidos y a largo plazo, será posible anticipar riesgos, orientar políticas públicas y contribuir a la conservación de la biodiversidad y al bienestar humano en el corazón de la Amazonía.
“Con el proyecto esperamos desarrollar estrategias de monitoreo ambiental a largo plazo con participación comunitaria para distintos sistemas fluviales y lacustres de la Amazonía”, concluye Ayan.
Esta colaboración cuenta con el apoyo del Global Research and Solutions Center, WCS y la Fundación Moore. El objetivo es que los sitios piloto funcionen como sistemas sentinela y que, a largo plazo, la red se extienda a toda la Amazonía.