El equipo del Programa de Ecosistemas Acuáticos del Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA), utiliza tecnología robótica y ADN ambiental para consolidar una base de datos de pozas abandonas por la minería y lagos naturales en Madre de Dios, con el fin de sustentar propuestas de gestión sostenible para estas áreas afectadas por la minería.
CINCIA, socio de la Alianza Aguas Amazónicas, promueve el conocimiento científico sobre los ecosistemas y el uso de la innovación para desarrollar soluciones sostenibles.
En esta ocasión entrevistamos a Julio Araujo, coordinador del programa de Ecosistemas Acuáticos y a Camila Timaná, técnica del programa, para conocer su investigación sobre las pozas mineras de Madre de Dios, en la selva peruana.
Ellos nos comentan que mediante el uso de un barco asistido a control remoto con diferentes sensores, pueden medir la profundidad y parámetros del agua como pH, temperatura, turbidez, oxígeno disuelto, clorofila, entre otros, en las pozas mineras abandonadas y los lagos naturales. “Con un menor esfuerzo de muestreo, podemos caracterizar de forma más eficiente todo este paisaje”, indica Camila Timaná. El objetivo de los investigadores es ampliar y consolidar una gran base de datos de cuerpos de agua. Para ello, pretenden muestrear más de 50 pozas mineras y lagos naturales en diferentes terrenos durante dos años.
La información se usará para la gestión sostenible de uno de los mayores humedales artificiales del Perú, que abarca cerca de 20.000 hectáreas de espejos de agua o pozas mineras abandonadas en Madre de Dios. La zona, originalmente bosque primario, se transformó en un sistema de pozas debido a la modificación del paisaje por la actividad humana. Este impacto creó un ecosistema nuevo, generando la interrogante colectiva sobre cómo gestionar estas áreas que gradualmente han ido repoblando con la biodiversidad procedente de su entorno, y albergando comunidades acuáticas como peces e insectos, e incluso especies de mamíferos emblemáticas como la nutria gigante (Pteronura brasiliensis).
Julio Araujo relata que desde 2017 CINCIA investiga el paisaje minero de Madre de Dios, estudiando la calidad del agua, la presencia de peces, macroinvertebrados y algas. Para estimar la presencia de biodiversidad acuática, utilizan una técnica molecular capaz de detectar los rastros de ADN que dejan los organismos en el agua. Sin embargo, es una técnica poco desarrollada y con limitaciones en la selva, debido a la falta de bases de datos con las secuencias de ADN de las diferentes especies presentes en la Amazonía, un elemento que los científicos necesitan para comparar los materiales que recolectan. El desarrollo de esta base de datos para la ictiofauna, que implica la colecta e identificación de individuos, es otra línea de investigación del Programa de Ecosistemas Acuáticos.
Desde 2019, un componente crucial de su investigación es el uso del barco autónomo robótico. “Nosotros somos un centro de innovación científica, así que siempre buscamos incluir innovación. Nos contactamos con docentes de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Tumi Robotics, una empresa peruana que trabaja temas de minería, y les conté que quería incluir algún dispositivo, así fue germinando la idea” relata Julio. Con esta tecnología, el Programa de Ecosistemas Acuáticos ya exploró lagos prístinos no intervenidos por actividades humanas, lagos impactados y pozas mineras. “Mientras el proyecto esté en marcha vamos a intentar generar una gran base de datos de cuerpos de aguas lénticos (aguas quietas)”, dice Araujo.
Actualmente, realizan muestreos de ecosistemas acuáticos con dispositivos de control remoto tanto drones acuáticos como aéreos. Desde agosto de 2023 llevan a cabo el Proyecto Multidisciplinario del Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados (Prociencia), financiado por el Estado peruano y cuentan con el apoyo de USAID Perú y la Universidad Wake Forest.
Propuestas de uso del paisaje
El equipo resalta que es momento de explorar propuestas para el manejo de este territorio abandonado. “Iniciamos una serie de estudios pioneros en este nuevo ecosistema, orientando la información obtenida hacia la sustentación de políticas públicas para la gestión de estos extensos humedales, actualmente considerados en desuso o contaminados”.
Por eso, “el proyecto también incluye una propuesta piloto de generar una producción acuícola de pescado paco — Piaractus brachypomus, conocido también como pacu, cachama blanca o pirapitinga —, en una poza abandonada de minería, que garantice la inocuidad de la producción (que su consumo sea seguro para la salud)” dice el coordinador del Programa de Ecosistemas Acuáticos.
Así, CINCIA genera conocimiento científico y lo integra con propuestas sostenibles de gestión productiva y ambiental.
Para más información contacta a
Sofia Lazarte [email protected], Comunicadora de la Alianza Aguas Amazónicas
Katee Salcedo [email protected], Comunicadora de CINCIA