Escribe: Carlos Durigan – Director de WCS en Brasil
El Amazonas es muy conocido por sus peculiaridades máximas que incluyen la mayor extensión de bosques tropicales, cuencas hidrográficas y biodiversidad del planeta. En esta región, que corresponde aproximadamente al 40% del área geográfica de América del Sur, conviven una gran cantidad de culturas humanas muy diversas entre ellas. Cientos de pueblos indígenas, poblaciones ribereñas tradicionales, familias agricultoras y poblaciones urbanas representan cerca del 70% de los casi 34 millones de personas que viven en la región amazónica, y que incluye además el territorio de nueve países sudamericanos. La Amazonía brasileña cuenta con 25 millones de habitantes.
Menos conocidos que la exuberancia del Amazonas, son los problemas asociados a su proceso histórico de ocupación, donde figura la deforestación que ha alcanzado alrededor del 20% de su cobertura forestal, los conflictos sociales por cuestiones territoriales, el uso de recursos naturales, el crecimiento urbano acelerado, la falta de servicios esenciales; entre otras dificultades.
En las últimas décadas estamos experimentado un importante movimiento que involucra acciones desarrolladas por representantes de la sociedad civil y organismos gubernamentales en varias de sus esferas, que buscan construir políticas públicas socioambientales adecuadas para la región y que ya han alcanzado importantes avances. Un ejemplo es el proceso de establecimiento de áreas protegidas en la región, que ya cuenta con casi el 50% de su superficie con algún tipo de estatus de protección, si consideramos solo a la creación de áreas protegidas y el reconocimiento de las tierras indígenas. Sin embargo, el reciente crecimiento de amenazas que afectan negativamente a la región y a sus atributos, aún requieren mayores esfuerzos integrados.
En este sentido, agregando a los esfuerzos en curso, aproximadamente 60 instituciones entre las agencias gubernamentales de Perú y Brasil, organizaciones no gubernamentales, instituciones de investigación, universidades, representaciones indígenas y pescadores que operan en la Amazonía, se reunieron en la Conferencia Internacional Aguas Amazónicas: Escalas, Conexiones y Desafíos, que inició el 19 de mayo, en Manaos – Brasil.
En este caso, Wildlife Conservation Society (WCS), organización que trabaja para la conservación de la vida silvestre, presentó los resultados de un proyecto desarrollado bajo la plataforma SNAP (Science for Nature and People), desarrollado en colaboración entre la WCS, TNC (The Nature Conservancy) y NCEAS (National Center for Ecological Analisys and Syntesis). Este proyecto forma parte de la Iniciativa Aguas Amazónicas, a través de ella se llevaron a cabo estudios con participación de investigadores brasileños, peruanos y estadounidenses, cuyo objetivo es ampliar la gama de acciones de conservación en la Amazonia, teniendo en cuenta la importancia del agua, paisajes y la biodiversidad acuática, y su papel para el mantenimiento de los procesos ecológicos que sustentan la vida silvestre y los medios de vida en la región. Esta Iniciativa busca construir una red de alianzas y sinergias en torno a un enfoque en el que las acciones y la gestión del agua de conservación, paisajes y biodiversidad acuática constituyan elementos importantes de la agenda ambiental de la región.
El manejo inadecuado de los recursos naturales, la deforestación, el crecimiento incontrolado de las ciudades y el cambio climático, plantean importantes amenazas a la biodiversidad y a la calidad de vida regional. Sumado a esto, las grandes inversiones en infraestructura (presas y carreteras), la expansión de las actividades como la minería a gran escala, la agricultura, la explotación maderera y la pesca, desarrollados sobre sin una planificación adecuada; contribuyen de manera significativa a la degradación social y ambiental de la Amazonía. Este escenario pone en peligro los avances ya establecidos; como la implementación de las áreas protegidas, y hace que se extienda el escenario negativo que pone en peligro la salud de los ecosistemas regionales.
Frente a estos desafíos, se suma la Iniciativa Aguas Amazónicas para desarrollar un enfoque donde la gestión integrada de las cuencas hidrográficas que forman el Amazonas, tome cuerpo en este nuevo debate y se presente como una alternativa importante que suma a los esfuerzos existentes. A través de este enfoque se busca desarrollar escenarios que contribuyan a la toma de decisiones para el desarrollo regional basado en la sostenibilidad. Los diversos estudios y análisis llevados a cabo en los últimos años ponen de manifiesto la importancia de esta nueva visión de la región, teniendo en cuenta la extrema importancia del papel de los ríos que forman la cuenca fluvial más grande del mundo.
El desarrollo regional debe ser construido de manera participativa y enfocado en la conservación de la biodiversidad, factor importante para el mantenimiento de las formas de vida de la Amazonia y los ciclos de los ecosistemas globales. Sumado a esto, debe mantener la conectividad entre los elementos que conforman los paisajes regionales naturales, acuáticos y terrestres. Además, se debe basar en la búsqueda por aumentar las acciones emprendidas en los puntos cruciales para la construcción de un modelo de desenvolvimiento responsable y sostenible para la región.
De esta manera, la Iniciativa Aguas Amazónicas se inspira en las conexiones naturales que ofrecen las aguas y los ríos del Amazonas, y tiene la intención de conectar los actores sociales involucrados en la búsqueda de soluciones sostenibles para la región. Los análisis científicos publicados tienen el objetivo de ayudar a identificar los procesos clave a tener en cuenta en la toma de decisiones de la región. WCS asegura que la conservación del agua, paisajes y biodiversidad acuática son una parte intrínseca de la agenda socioambiental regional, así como que las acciones exitosas dependerán de las acciones colectivas y participativas en pro del Amazonas.
- Carlos Durigan es geógrafo y cuenta con un master en ecología, vive y trabaja en el Amazonas desde hace 20 años. Participa en investigaciones multidisciplinarias que implican estudios y trabajos de campo sobre diversidad biológica y social para apoyar a las acciones de conservación en áreas protegidas y en tierras indígenas.