El pequeño más pequeño – porque la migración no es sólo un tema de tamaño

El pequeño más pequeño – porque la migración no es sólo un tema de tamaño
mayo 25, 2020 AmazCitSci

Por Vanessa Eyng y Guido Miranda

Colaboran: Claudia Acosta y Gina Leite

 

El pueblo Tacana se encuentra en la Amazonía boliviana. Muchos de sus miembros viven en la Tierra Comunitaria de Origen Tacana, en las llanuras del río Beni. Cuando los tacana quieren acentuar algo en su idioma, repiten la palabra. Vamos a un ejemplo. La palabra chipi, en tacana, significa pequeño. Si algo muy pequeño, el chipi se convierte en chipi chipi. El doble no deja dudas: estamos hablando del más pequeño.

Es así que los tacana nombran el pez cuyo nombre científico es nombran al pez Trichomycterus barbouri. Ese pez mide cerca de 3 centímetros y pesa sólo 0.38 g cuando juvenil. Nada más justo que duplicar la palabra en el caso de esos bagrecitos.

Los chipi chipi, como muchos otros peces, hacen sus migraciones en ciclos anuales. El conocimiento local y recientes observaciones hechas por intermedio de investigaciones participativas registraran que los chipi chipi migran alrededor de 400 kilómetros río arriba, a partir de las llanuras inundables del río Beni. Estos datos fueron compartido en el artículo Primeras observaciones sobre la migración anual ascendente masiva de bagres juveniles Trichomycterus en un río amazónico.

Los chipi chipi hacen su migración de juveniles en un promedio de 32 días, normalmente entre febrero y marzo. Ellos nadan contra corriente cerca de 12 kilómetros por día. Todo eso para llegar hasta las serranías de los Andes para desovar. Cerrando el ciclo, cuando lleguen a ser adultos y se reproduzcan sus huevos bajarán por el mismo camino, llevados por la corriente del río, completando un ciclo de migración de casi 800 kilómetros. ¡Un hecho impresionante y un tremendo esfuerzo para un pez tan chiquito! Los contamos eso en el video El viaje del chipi chipi:

 

Recuerdos de un trabajo en conjunto

“Desde la primera vez que pude ver unos cardúmenes de chipi chipis en el 2011, por un viaje a San Miguel de Bala, no podía creer lo que veia, era algo totalmente inesperado, Trichomycterus migrando! A partir de ese momento coordinamos con varios pescadores tacana y amigos de Rurrenabaque una red de observación de los chipi chipis. El propósito de esa red: alertar con el tiempo necesario para ir desde La Paz a Rurrenabaque y poder documentar este fenómeno. Dado que por Rurre solo pasan durante unos pocos días, y no todos los cardúmenes son visibles, era determinante poder ir en el momento exacto. Los años siguientes nos informaban que vieron cardúmenes pequeños arribando, pero no se podía garantizar que se puedan seguir viendo hasta que lleguemos. Esperamos hasta el 2014 para tener el momento oportuno. Todos y cada uno de los miembros de esta red nos llamaron diciendo que habían cardúmenes grandes y que estaban subiendo ya. Volamos junto a mi colega Gustavo Álvarez, lo antes posible, y llegando, fuimos directamente al bote para ver los cardúmenes. Justo había uno pasando por Rurrenabaque, las imágenes de la pesca fueron tomadas en ese mismo momento. Documentamos la pesca y después fuimos a la zona de los estrechos donde los vimos pegados a la rocas y pasando en fila, fue increíble. Los pobladores, acostumbrados a ver y usar esta migración, se reían de nuestras expresiones de asombro. Fue una de las experiencias más gratificantes y reveladoras en mi carrera, tener ante mi un fenómeno que cambiaría nuestra forma de ver a este grupo de peces y a la Amazonía en general, por todo lo que nos guarda aún para enamorarnos aún más de su belleza”- Guido Miranda Chumacero, de WCS Bolivia e investigador asociado del Instituto de Ecología de la UMSA.

 

La importancia de la migración para los peces

La migración es una estrategia vital para peces. Oportunisticamente los peces se mueven en la búsqueda por alimentos, para encontrar lugares adecuados para su reproducción, así como también responden a los cambios en el ambiente. En ambientes como la Cuenca Amazónica, estos cambios son extremos y definen los ciclos biológicos de la mayoría de las especies de peces.

Los movimientos de migración son fundamentales también en el ordenamiento de la pesca. Más que tener suerte, saber donde y cuando los peces están migrando es un conocimiento fundamental para quienes pescan. En su trabajo, observar el ambiente y conocer el comportamiento de los peces define mucho del éxito en la pesca, que es una fuente fundamental de alimento e ingresos para miles de personas que viven en la Cuenca Amazónica.

Interrupciones en la conectividad de los ríos, obras mal planeadas, sobrepesca, cambios climáticos y minería aluvial tienen impactos muy grandes para los peces y para la gente de la Amazonia. En el caso de Bolivia, en áreas donde los chipi chipis migran, hay cada vez más la presión de la explotación de oro.

En los ríos Beni y Kaka, cerca del Parque Nacional de Madidi y de la Tierra Comunitaria de Origen Tacana, por ejemplo, ahora se encuentran grandes dragas succionando piedras, tierra y arena del fondo del río, que alteran la hidrogeomorfología del río y que contaminan con mercurio la zona y río abajo. Además de las dragas, también es posible encontrar los ‘carancheros’, buscando por oro con sus pequeñas bateas. Los impactos de esas actividades, muchas veces ilegales, puede traer cambios irreversibles en la dinámica fluvial de los ríos. Esto se traduce en pérdidas de especies además de los riesgos a la seguridad alimentaria, a la salud y a los modos de vida de los pueblos que viven en esas áreas y que dependen de la biodiversidad en movimiento.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

El camino que los chipi chipi recogen por el río Beni y sus afluentes. Mapa: Guido Miranda Chumacero.

 

Por dónde van los chipi chipi

La migración de los chipi chipi ocurre en el río Beni, que es uno de los mayores tributarios de la cuenca del río Madeira, que a su vez es uno de los más importantes de la Cuenca Amazónica El río Beni, por sí solo, es uno de los ríos más grandes de Bolivia, con 1010 km de extensión. Su descarga caudal, que nada más es el volumen de agua que pasa a través de una sección del canal por unidad de tiempo, es de 2050 m3/s cerca del estrecho del Bala. La descarga de sedimentos, que es una medida para comprender la cantidad sedimentos que trae el agua, es estimada en cerca de 190 millones de toneladas por año en la región de Rurrenabaque.

El río Beni nace como el río Tallija en la Cordillera Central de los Andes bolivianos, convirtiéndose en el río Beni en la confluencia de los ríos Alto Beni y Kaka. Desde ahí también recibe las aguas de los ríos Hondo, Quiquibey y Tuichi, antes de pasar las rectas de los acantilados de Bala y Suse como las últimas estribaciones andinas y luego se abre a la llanura de inundación amazónica. En la llanura de inundación, el Beni forma innumerables meandros que gradualmente forman lagos característicos de los ríos amazónicos.

 

Nadando Contracorriente

La migración de los chipi chipi está relacionada a tres zonas principales: las áreas inundables; los estrechos; y las serranías. En cada punto, el comportamiento de los peces se da de acuerdo con el caudal que enfrentan. En la zona de la llanura aluvial, los cardúmenes permanecen cerca de las orillas del río y también cerca de la superficie.

En ese momento están en la región de Rurrenabaque, donde los pescadores les esperan para empezar su pesca. Estos pequeños peces son muy apreciados en la región y representan una fuente importante, aunque estacional, de proteínas y energía (por la grasa que acumulan) para la gente. En familias es común recolectar hasta 50 kilos de chipi chipi durante la migración, lo que representa cerca de 166 mil individuos. Muchos son consumidos como dunucuavi, una forma típica de allí para asar peces en hojas de patujú.

Después de Rurrenabaque, un reto significativo de los chipi chipi es vencer los rápidos. En los puntos donde la corriente es más fuerte, como en los estrechos de Suse y Bala, ellos usan las piedras para superar la fuerza del agua. En este punto los cardúmenes se desplazan por las rocas de las orillas, escalando y sujetándose a ellas con sus minúsculos dientes, pasando como que ordenados en cola!

Los chipi chipi llegan hasta a las últimas serranías de los Andes, a 400 metros sobre el nivel del mar. En esa zona, donde el río es menos profundo y con menos volumen, los cardúmenes son más dispersos en el fondo del río. Ahí se reproducirán de adultos y sus huevos serán ahora los que empiezan su viaje, bajando el río con la ayuda de la corriente.

En todo este trayecto, en un largo viaje para un pez tan pequeño, la migración de los chipi chipi está muy relacionada con los ciclos del río y los cambios en el ambiente. Las migraciones representan el comienzo de una serie de cambios temporales en la composición de las comunidades de peces del río y, por lo tanto, si en años relativamente secos el tamaño relativo de la migración se reduce, este cambio puede tener consecuencias desconocidas para el resto de la comunidad acuática y del ecosistema.

El enfoque de ciencia ciudadana en la Amazonía es fundamental para crear un espacio de diálogo entre diferentes formas de generar conocimiento – con esto podemos, por ejemplo, conocer más sobre patrones de migración. Esto ayuda a promover la sustentabilidad de actividades tan importantes para la gente, como la pesca y empoderar a los pescadores para el manejo sostenible de las pesquerías y la conservación de los humedales amazónicos.