Pesquerías saludables significan Personas saludables

Pesquerías saludables significan Personas saludables
agosto 30, 2021 AmazCitSci

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Fotografía: Walter Wust, WCS.

Pesquerías saludables significan Personas saludables

Un nuevo estudio publicado en Nature Food por Heilpern et al. destaca las consecuencias nutricionales de la sustitución del pescado silvestre por la acuicultura y el pollo en la Amazonia peruana.

La sustitución del pescado silvestre como fuente de alimentación local por la acuicultura y el pollo de granja en la Amazonía peruana puede exacerbar los problemas de malnutrición, en particular las deficiencias de hierro y ácidos grasos esenciales. Estos problemas ya existían anteriormente. Como afirma el documento, citando un estudio del Instituto Nacional de Estadística e Información de Perú (INEI), «el 43,3% de los niños menores de 5 años tienen carencia de hierro, y el 25,3% sufren desnutrición crónica o retraso en el crecimiento; y el 22,4% de las mujeres en edad reproductiva tienen carencia de hierro». Este es un resultado importante porque ofrece un contexto que puede ayudar a ajustar las inversiones actuales: Por ejemplo, el Banco Mundial ha concedido 40 millones de dólares al Ministerio de Economía y Finanzas de Perú para desarrollar el sistema de acuicultura con espíritu de desarrollo. Sin embargo, tal y como afirman los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ratificados por las Naciones Unidas, para alcanzar el «hambre cero» se requiere «seguridad alimentaria y mejora de la nutrición».

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Fotografía: Walter Wust, WCS.

¿Cuáles son los componentes nutricionales específicos que cambian con esta sustitución?

Mientras que la disponibilidad de proteínas, un macronutriente que ayuda a reparar las células del cuerpo y a crear otras nuevas, y de zinc, un nutriente que ayuda al sistema inmunológico, sube con el pollo y la acuicultura, otros nutrientes, que ya presentan un problema de disponibilidad en la Amazonia, bajan. En particular, la disponibilidad de hierro, un mineral necesario para el crecimiento, el desarrollo y el transporte de oxígeno, y de ácidos grasos, moléculas que previenen las enfermedades cardíacas y otras, además de proporcionar almacenamiento de energía, podrían disminuir con la continua sustitución del pescado silvestre por alimentos de acuicultura. Esto puede limitar el acceso a estos micronutrientes clave, en particular para grupos como los niños y las personas que menstrúan, cuyas demandas nutricionales únicas pueden dejarlos muy vulnerables a las deficiencias nutricionales. Además, como ninguna especie tiene un alto contenido en todos los nutrientes, es fundamental tener una dieta variada.

El pescado no sólo es nutritivo, sino que es importante para la identidad cultural y la toma de decisiones.

En el Amazonas, la diversidad de peces hace más que proporcionar el alimento que la gente consume: También son parte integrante de las formas de vida y de conocimiento. Por ejemplo, las migraciones de peces, conocidas en muchos lugares como el «mijano«, no sólo traen importantes peces alimenticios al lugar donde vive la gente, sino que también informan a la gente sobre los niveles de agua en el río. Esta comunicación permite a la gente navegar físicamente por el río a lugares que no están disponibles durante la estación seca, cambiando así las estrategias de socialización y pesca. Reconocer que el pescado, y los alimentos en general, tienen múltiples funciones en la vida de las personas apoya los pilares de la «soberanía alimentaria», un movimiento que reconoce explícitamente que la seguridad alimentaria depende de la integración de las reflexiones sobre la cultura, el poder, el medio ambiente y la distribución, y de cómo estas dimensiones interactúan para que los alimentos estén disponibles, sean culturalmente apropiados y sean nutritivos. Heilpern y sus colegas se refieren a esta dinámica señalando que el pollo y el pescado de granja son industrias que no sólo favorecen a los que tienen medios económicos (ya que requieren una gran aportación económica inicial y suelen ser más caros que el pescado capturado en la naturaleza), sino que también tienen un coste medioambiental, ya que la cría de animales de granja genera emisiones de gases de efecto invernadero, uso de la tierra y eutrofización de los cursos de agua.

Conservando la Cuenca Amazónica Aguas Amazonicas

Fotografía: Walter Wust, WCS.

«Las políticas que invierten en la gestión de la pesca de captura, por ejemplo mediante la protección de hábitats clave y el control de las capturas, pueden contribuir a aumentar la seguridad alimentaria y a la vez a reducir los efectos de la sobrepesca en los ecosistemas acuáticos».

La conclusión final del trabajo de Heilpern y sus colegas pone de manifiesto la importancia del primer objetivo de la Declaración de Aguas Amazónicas: una gestión integrada de la pesca puede promover la conectividad del agua dulce y la diversidad biocultural general de la cuenca Amazónica. En concreto, se recomienda un movimiento hacia el consumo de una variedad de especies, en particular las de menor nivel trófico. Un movimiento diferente, hacia la cría de pollos en granjas y la acuicultura, podría tener consecuencias tanto ambientales como nutricionales. En lugar de invertir en nuevas industrias, deberíamos centrarnos en las pesquerías que ya existen: donde hay un medio ambiente sano, hay pesquerías sanas, lo que puede significar personas sanas.

Escrito por: Natalia Piland.
Más información: Grabación del webinar: Biodiversidad, acuicultura, pesquerías: desafíos para la amazonía